Cómo alimentarse cuando el riñón está afectado.

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La diabetes tiene que ser diagnosticada en un laboratorio y tratada por un profesional medico.

La alimentación es uno de los principales pilares en el tratamiento de la Diabetes, pero en aquellos pacientes con una afección renal esta cobra aún más importancia. Si tu riñón ya presenta alguna insuficiencia es importante que conozcas algunos de los ajustes alimenticios que debes hacer para que este órgano no se siga dañando.

Para conseguir los mejores resultados, se deben ubicar dentro de los primeros tres estadios de la enfermedad renal crónica (determinado por la clasificación KDOQI), porque así conservará entre el 60 y 30% del funcionamiento del riñón.

“En las etapas 4 y 5 la dieta es más difícil porque ya no se pueden incluir muchas frutas y verduras altas en potasio; además, se deben reducir al máximo los alimentos que contengan sodio y ácido úrico, así como limitar el consumo de líquidos”, explica Amayali Tovar Romero, Nutrióloga.

Más vale prevenir

Una manera de evitar que la persona con Diabetes llegue a las dos últimas etapas, es estar pendiente del nivel de proteínas y azoados (urea, creatinina y ácido úrico) que presentan sus exámenes de orina y sangre. Si se rebasan los valores de referencia, es importante pedirle al Médico que lo canalice con un Nefrólogo para saber la causa. Sin olvidar que también se debe modificar la alimentación para proteger los riñones.

Lo que no debes comer cuando presentas daño en el riñón

1. Reducción clave

“Las proteínas son moléculas grandes que cuando pasan por el riñón lo inflaman. Por eso es vital que una vez detectado un daño renal, se restrinja el consumo de estas para que no ocurran más lesiones en este órgano”, explica la especialista.

El primer paso para lograrlo es sustituir las carnes rojas y los mariscos, por pescados de agua fría (salmón, trucha, atún y mojarra), pollo, quesos magros bajos en grasa y clara de huevo.

La cantidad de este tipo de alimentos también deberá cuidarse y no deberá pasar de 90 g (aproximadamente el tamaño de la palma de la mano) de carne blanca, durante todo el día.

2. Mineral incómodo

Las leguminosas (frijol, lenteja, garbanzo y soya) son parte de otro de los grupos alimenticios que ya no se podrán consumir. Pues, aunque son muy útiles para controlar la Diabetes, contienen fósforo, un elemento que el riñón ya no es capaz de desechar en su totalidad.

Algunas opciones para reemplazarlos son platillos elaborados con verduras como rajas con crema, acelgas con papas, claras de huevo con champiñones, flor de calabaza y nopales guisados.

3. Reemplazos útiles

Con el fin de que el fósforo no elimine el calcio de los huesos o se acumule en las venas, las oleaginosas (cacahuate, pistache, nuez y almendra) también deberán evitarse. Si se acostumbran como colación, pueden ser sustituidas por gelatina, palomitas naturales, galletas marías, una manzana o una pera. La tortilla y los productos integrales se reemplazarán por sus versiones más refinadas para no consumir el fósforo que contienen los granos con que se elaboran (maíz, trigo, amaranto, avena).

Antes de seguir estos lineamientos, conviene que el paciente acuda con un Nutriólogo Nefrológico para que los adecúe a sus requerimientos nutricionales o enfermedades preexistentes. “A un niño con Diabetes no se le restringen tanto las proteínas porque son básicas para su desarrollo”, ejemplifica la especialista.

La cita previa con el Nefrólogo también será fundamental para que determine el grado de daño renal (con datos bioquímicos y ultrasonido); con base en este, recetará los medicamentos y dará los consejos necesarios para que el riñón no siga deteriorándose.

Fuente: diabetesybienestar